Con el tiempo comprendes que las cosas realmente importantes no son las que únicamente puedes ver con los ojos. Para entonces el trabajo debe haber dado ya sus frutos, los cuidados, la dedicación, los problemas cotidianos deben haber encontrado ya su propia solución. Consciente de que son las pequeñas decisiones las que con el tiempo configuran la imagen del acierto o del error, entiendes que tu verdadera y única responsabilidad es estar allí, observando, comprobando, sondeando el futuro sin olvidar las pequeñas decisiones del pasado. Es así como cada puntada, configura la imagen de lo que un día junto a las personas que lo desearon más que tú mismo, crece y se desarrolla el lugar que siempre soñaste para vivir, para trabajar, para experimentar, para soñar. Es una suerte compartir algunos instantes de la alegría que despierta en los propietarios, ver como poco a poco todo va cobrando forma y los sueños se van haciendo realidad. Participar en este proceso como arquitecto, como aparejador y como constructor, me parece una oportunidad inigualable. Gracias Miguel y Maite.
Todo empieza con una idea, con un sueño, con una necesidad. Son muchas las dificultades que se ven en el camino para poder hacerlo realidad. Sin embargo es cierto que quizás sean las dificultades las que aportan el valor definitivo a los sueños. Comenzar es un gran paso, comprobar que todo se va ejecutando tal y como se había planificado resulta reconfortante y tranquilizador.